NICOLÁS RODRÍGUEZ JUÁREZ
MÉXICO, (1666/67-1734)
RETRATO DEL OBISPO FRANCISCO DE AGUIAR Y SEIXAS
Óleo sobre tela
Firmado: Nicolas Rodríguez Juárez Ft.
Con inscripción en cartela: “El Yllmo Sr Dor Dn. Franco. de Aguiar y Seixas Arzobispo de Mexico del Consejo de su Mag-d. Obpo. de Mechoacan. Obpo. de Guajalaxara. Cano:igo Penitensiario en la Sta. y Appca. Yglesia de S.Tiago donde leyo Cathedra de Theologia Moral Canonigo Magistral de Astorga. Colegial mayor en el Collegio de Ciencia en Salamanca donde Regento Cathedra de Philosophia- Gran Padre de Pobres desde su niñes= murio a 14 de Agto. de 1698 entre 1 y 2 de la tarde.
Detalles de conservación, restauración y repintes.
185 x 85 cm
Francisco de Aguiar y Seixas.
En un mundo configurado por el Concilio de Trento nació y vivió Francisco de Aguiar y Seixas. Los primeros años de su vida transcurrieron en Betanzos, Galicia. Después de recibir las sagradas órdenes ocupó durante 12 años el cargo de canónigo penitenciario en la catedral de Santiago, además de impartir las cátedras de filosofía y teología moral de la Universidad. Más tarde fue canónigo magistral en Astorga. Carlos II lo presentó ante el pontífice para ocupar la sede de Nueva Galicia y posteriormente la de Valladolid, en la Nueva España.
Una vez desembarcado de España en 1679, su gestión episcopal se distinguió por un gran ímpetu reformador, siendo nombrado Arzobispo de México el 2 de enero de 1682, cargo que ocuparía hasta su muerte, ocurrida en 1698. Entre sus más polémicas gestiones se encuentra la reforma a los conventos de monjas con el objetivo de lograr la vida común, la verdadera reclusión y el cumplimiento del voto de pobreza. En este mismo tenor, se encuentra la prédica contra la lujuria, la riqueza ostentosa; el desprecio a las comedias, las corridas de toros, las casas de juegos y los gallos, que daban lugar, a su parecer, para cometer ''pecados públicos".
La polémica historiográfica entre el obispo Aguiar y Sor Juana Inés de la Cruz:
Es sabido por su propio bio´grafo, Jose´ de Lezamis, que el Arzobispo Aguiar y Seixas “procuraba acabar con los libros de comedia y en su lugar reparti´a libros devotos”. Dicha aversión por las letras profanas ha sido historiográficamente relacionada con el intempestivo giro ascético que Sor Juana Inés de la Cruz dio a su vida en 1693, cuando renunció a sus bienes y a las letras para dedicarse enteramente al cultivo de la perfección espiritual. Numerosos autores como, Dario Puccini, Dorothy Schons, Octavio Paz y Margo Glantz, han asegurado que sor Juana sufrió una persecución encabezada por el obispo Aguiar y Seixas y ejecutada por el confesor de ésta, el jesuita Antonio Núñez de Miranda, posteriormente a la publicación de la brillante crítica que la monja jerónima realizaría a un sermón escrito por el célebre teólogo portugués Antonio Vieira, de quien Aguiar y Seixas era profundo admirador. Sin embargo, otros autores como Alejandro Soriano Vallés, se han dedicado mediante evidencias documentales a desmentir dicha persecución en la que se basa la denominada “leyenda negra” en torno a sor Juana, probando que Francisco de Aguiar y Seixas no censuró directamente a la monja, misma que incluso fue impulsada y defendida estratégicamente por el célebre obispo de Puebla Manuel Fernández de Santa Cruz. Lo que es un hecho es que el ímpetu tridentino reformador y escrutador del obispo Aguiar y Seixas, no solamente fue la característica que distinguió su prelacía, sino la raíz de una serie de relatos de ficción que lo posicionan en la historiografía como un personaje sumamente antagónico por su radicalismo religioso, mano dura y determinación.
Fuente: Berenise Bravo Rubio y Marco Antonio Pérez Iturbe, “Tiempos y espacios religiosos novohispanos: la vista pastoral de Francisco Aguiar y Seijas (1683-1684)”, en: Religión, poder y autoridad en la Nueva España. IIH-UNAM, 2004, pp. 67-84.
Alejandro Soriano Valle`s. “Los obispos son inocentes. Sor Juana Ine´s de la Cruz y el clero novohispano”. 7 de noviembre de 2006. Consultado en línea el 26 de enero de 2022.