Libro de Coro. México, Siglo XVIII.
fo. cuadrado marquilla, 108 fols. Texto manuscrito a dos tintas, sobre pergamino. Contiene capitulares decoradas, con detalles en dorado, destacan cuatro de ellas elaboradas en técnica mixta: Dos capitulares decoradas con águilas sobre una penca de nopal, una mirando de perfil derecho con el sol en segundo plano y la otra mirando el perfil izquierdo, en ambos casos las águilas devoran una serpiente; en otra capitular encontramos una “M” estilizada por columnas y listones con texto en latín; por último, la capitular que abre el rezo del Rosario, con una advocación de la Virgen María sosteniendo al niño, sobre una serpiente, además, en un segundo escenario la imagen de un navío tocando puerto. Contiene los rezos: San Raymundo de Peñafort; La Compasión de Nuestra Señora y la Misa; Santa Ynes de Monte Policiano; Los Psalmos y Añas del Nombre de María; La Misa de los Dolores de Nuestra Señora el Domingo 3 de Septiembre; La Fiesta del Santísimo Rosario. Refinado de folio 1 a 4, afecta texto en folios 1 y 4; algunos folios con manchas de tinta, afecta poco texto; folio 22 con rasgadura en margen inferior, afecta poco texto; folio 36 restaurado en tercio inferior, afecta texto; folios 37 y 38 con faltante en margen externo; folio 57 sin punta inferior; folios 61, 62, 65 - 67, 74, 75, 84 - 90, 92, 93 sin punta superior; folio 60 complementado con un tercio; folios 61, 62, 64 - 75, 83 - 93 más cortos (fo. doble marquilla); folio 108 con rasgaduras en tercio superior y margen inferior, afecta texto. Pastas decoradas con rosetones de metal; pastas y lomo desprendidos, sin cofia y sin pie. Encuadernado con pastas de madera, en piel.
En un libro de coro se encuentran recopiladas las piezas musicales útiles en los rituales litúrgicos de la iglesia católica y su origen se remonta a la Edad Media en Europa, están organizados en torno a las festividades del calendario litúrgico como la Navidad y la Pascua, por lo que su estructura se acopla a las necesidades de las autoridades eclesiásticas. Con el paso del tiempo el tamaño y volumen de los libros de coro también creció, pues el texto tenía que ser visible para todos los miembros del coro.
Los libros de coro llegaron a México a raíz del sincretismo religioso entre España y sus colonias, aunque en principio eran enviados desde Sevilla; sin embargo, comenzaron a producirse en la Nueva España acoplando su contenido al entorno cultural de la época.
Se realizaban a mano y a partir del Siglo XVIII, con la participación de cabildos, mecenas, copistas e iluminadores. Además, se contaba con la intervención de varios artesanos para la creación de las hojas y la encuadernación, así como la producción de las tintas que se utilizarían en la escritura, ilustración y decoración. El copista fue una figura importante, ya que se encargaba de dar una estructura exacta al volumen con base en los materiales contemplados, además de copiar los textos escritos y musicales pertinentes. Por su parte, el iluminador dominaba diferentes estilos caligráficos y artísticos, así como los temas abordados en el libro, permitiéndole ornamentar la obra de manera adecuada. Por último, al encuadernador se le llegaban a dejar notas en la obra para que pudiera realizar su tarea con la misma precisión que los demás. A pesar de todo el trabajo que implicaba, la creación de los libros de coro no tenía por objetivo su venta, se producían bajo un pedido particular.
En este libro de coro destacan dos diseños en las capitulares, un águila mexicana y la virgen del rosario. La primera en una composición en la que se puede apreciar al águila de perfil con las alas ligeramente extendidas, sobre un nopal y con una serpiente entre las garras. Si bien esta imagen en un símbolo que asociamos con la bandera nacional y la construcción de México a partir del inicio de la guerra por la independencia, esta composición da fe de la fundación de Tenochtitlán y también fue el escudo de armas de la Ciudad de México a partir de 1523, pese a las negativas por parte de las autoridades españolas, por lo que es común encontrar al águila sobre un nopal, devorando una serpiente en múltiples documentos y textos a lo largo de todo el período virreinal.
El segundo diseño destaca por la gran calidad en la manufactura, se trata de la imagen de la virgen del rosario, la cual le entrega a Santo Domingo de Guzmán el rosario; este santo junto a una monja que probablemente sea Santa Inés de Monte Policiano se encuentran en patronato por la virgen. Debajo de la imagen de la virgen y los santos antes mencionados está una escena conformada por un navío y una pequeña ciudad, es probable que se trate de la Batalla de Lepanto, ya que el triunfo español de esta contienda fue atribuido a la Virgen del Rosario pues tuvo lugar el primer domingo de octubre, además, a partir de esta victoria sobre el Imperio Otomano se popularizó entre la cristiandad el rezo del rosario.